Son varias las razones que han conducido a la Consejería de Educación a poner en marcha un ambicioso Plan de Bibliotecas Escolares en Extremadura: Por un lado, las conclusiones de las Jornadas de Bibliotecas Escolares que se celebraron en el 2005 en el Salón de la Educación, por otro, las propuestas surgidas del Debate Educativo de Secundaria y en tercer lugar, la evaluación de la encuesta que se ha realizado entre los centros educativos para conocer la situación de las Bibliotecas Escolares. Todo ello ha constituido un proceso enriquecedor que ha servido para tener una radiografía muy ajustada a la realidad que viven las Bibliotecas Escolares en nuestra región.
Lo que se ha puesto de manifiesto es la disparidad de situaciones. Por una parte, la inmensa mayoría de los centros decía disponer de biblioteca, pero por otra, se indicaban numerosas dificultades para su uso óptimo y adecuado. Estas dificultades estaban asociadas a la falta de presupuesto, a la inexistencia de un responsable, a la incompatibilidad de horarios o fondos no actualizados.
Todos estos problemas convergen en uno sólo:
Extremadura no cuenta con su propio modelo biblioteca escolar. Para paliar esta situación se pondrá en marcha un Plan de Actuación y Mejora de las Bibliotecas Escolares con un presupuesto aproximado de 3 millones de euros.
Pero, aún siendo importantísima la dotación económica para la mejora de fondos y equipamientos, tan fundamentales o más son otros aspectos como los horarios de los docentes que se dedican a la biblioteca, los horarios de apertura, o la existencia de una normativa que las desarrolle y ampare.
Este debe ser el objetivo fundamental del Plan, proporcionar cobertura legal y económica a las bibliotecas escolares para que los centros, dentro de su autonomía, tengan suficientes elementos para su fomento y utilización, y para ello la Administración Educativa sentará las bases para que las Bibliotecas Escolares se transformen en espacios educativos abiertos, centros de recursos, información y documentación y educación permanente que apoyen los procesos de enseñanzaaprendizaje, fomentando la cultura y propiciando la igualdad de oportunidades.
Para alcanzar estos objetivos las Bibliotecas deberán contar con una colección centralizada y organizada de documentos impresos, audiovisuales y digitales, disponer del personal y las infraestructuras adecuadas al tamaño del centro donde desarrolla su función y con un horario de apertura suficiente para que la comunidad educativa pueda utilizar sus servicios.
Esta concepción centralizada de la colección no impide el desarrollo y utilización de las bibliotecas de aula (sobre todo en los centros de Educación Primaria) y de bibliotecas de departamento, pero siempre manteniendo la unidad de todos los fondos del centro.
Así mismo, en consonancia con la Sociedad de la Información en la que vivimos, la biblioteca escolar debe utilizar las TIC para divulgar su labor y sus fondos, no sólo dentro del centro, sino también fuera de él mediante redes de colaboración.
Para llegar a este modelo, la Consejería de Educación trabajará en tres líneas fundamentales: distribución de fondos para todos los centros educativos públicos, convocatoria de un concurso de proyectos y creación de la Red de Bibliotecas Escolares de Extremadura.
El objetivo final de estas actuaciones debe ser la incorporación de las bibliotecas de todos los centros educativos a la ya mencionada Red de Bibliotecas Escolares de Extremadura, siempre que se alcancen unos niveles de calidad aceptables y homologables en el ámbito internacional y la voluntad de cooperar con otros centros educativos a través de subredes de colaboración.
El embrión de las pretensiones de la Consejería de Educación se concreta con esta revista, PINAKES, cuyo nombre está asociado a la Biblioteca de Alejandría y que se convertirá en el medio de difusión de las buenas prácticas que llevan a cabo los Centros.
En la cabecera puede leerse “La revista de las Bibliotecas Escolares de Extremadura”, pero descubriréis que la intención es, no circunscribirse al ámbito regional, sino también nacional e internacional.
Os invito, a todos a fomentar las bibliotecas de los centros educativos contribuyendo a alcanzar el común objetivo que todos compartimos, y que no es otro que mejorar la calidad de la Educación extremeña. Os animo a utilizar esta revista como correa de transmisión de vuestro trabajo y forma de comunicación entre vosotros.
Nada de esto tendrá sentido ni servirá si nos falta lo más importante: las personas. Profesorado que entienda que la biblioteca escolar puede ser fundamental como herramienta educativa y alumnado que la utilice para formarse con espíritu crítico y abierto.