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  NÚMERO 5 \
 
 

¡NO ME PEGUES, CUÉNTAME UN CUENTO!
Prevención del maltrato infantil en la escuela


Carmen Sánchez Márquez
Juan Manuel Moreno Manso
Ana Mª Alcántara Fernández

Los cuentos siempre han gozado de un público dispuesto a escuchar, especialmente los niños, y ocupan un lugar privilegiado en la educación, porque suponen una herramienta indispensable para implantar los inicios de un buen hábito lector en los pequeños.

Además de la importancia que tienen la lectura y la narración en el desarrollo de los niños, en su aprendizaje escolar y posterior socialización, en la evolución del lenguaje, etc., las utilidades que pueden llegar a ofrecernos son infinitas, y prueba de ello es lo que se pretende con este libro, que trata de prevenir el maltrato infantil en la familia a través de la lectura de cuentos inéditos o adaptaciones de relatos clásicos como “ La Cenicienta ” o “El Patito Feo”.

No podemos negar la fuerza pedagógica de los cuentos. A todos nos enseñaron conceptos, contenidos morales o humanos, interés por las cosas e, incluso, han influido en nuestras vidas posteriores de modo consciente e inconsciente. Con este material se pretende emplear algunas de sus muchas utilidades con un programa de sensibilización escolar para trabajar desde la escuela con niños de entre 9 y 12 años, ya con cierto nivel de comprensión.

Los cuentos suscitan el interés del niño, relajan las tensiones de la vida cotidiana, fomentan su imaginación y les enseñan a escuchar, pensar y hablar. El programa aprovecha muy bien las posibilidades que ofrecen estos relatos para la dramatización y la dinamización, permitiendo al profesorado crear una situación en el aula muy apropiada para la observación de conductas, comportamientos, indicios, etc., de maltrato infantil, pues permite pasar de ser un relato escrito o narrado a un juego o experiencia vivida. Además, los cuentos nos ofrecen la facilidad de que pueden adaptarse a los diferentes intereses y momentos evolutivos de los niños, por lo que podemos crear un cuento para cada ocasión, o que sea el propio niño el que vaya dando forma con sus aportaciones o su juego, creando un gran abanico de posibilidades.

El programa está dirigido al profesorado de los centros docentes, así como a todos los profesionales de los EOEP, quienes desempeñan una función importante en la evaluación y determinación de las necesidades del niño, pudiéndose servir de este programa para detectar posibles indicios de maltrato. El proyecto se estructura en doce sesiones y pretende concienciar a los maestros de la importancia de detectar y notificar situaciones de malos tratos, así como formar a los alumnos sobre los derechos que los protegen y las necesidades que deben tener cubiertas, abordar los distintos tipos de maltrato infantil, aportar nociones básicas para que el alumno reconozca y detecte desde sus primeros indicios los malos tratos y orientarles sobre cómo actuar y dónde acudir ante cualquiera de esas situaciones.

Cada una de las sesiones se introduce con un cuento, continúa con alguna actividad relacionada con el mismo y prosigue con otros tipos de actividades; el profesor se encargará de que los alumnos identifiquen y señalen adecuadamente los indicadores de malos tratos, que reflexionen sobre ellos y sus consecuencias. Las actividades serán individuales y/o grupales, con el fin de sensibilizarles sobre la importancia de denunciar estos casos. La última actividad siempre se denomina “Ojo al dato” y sirve para evaluar los conocimientos adquiridos por los alumnos a través de la sesión.

A continuación, se expone el último cuento, que cierra el programa, donde todos los protagonistas de las diferentes historias reaparecen con un final feliz: todos han resuelto sus conflictos de manera positiva. Con ello no se pretende quitar importancia al tema del maltrato, sino ayudar a los niños a superar el trauma que supone para ellos, hacerles comprender que, a pesar de lo que han vivido, merecen la felicidad.

AL FIN…

Era un día soleado, de esos en los que sólo apetece estar paseando por un parque, en el campo… Por eso, todos los protagonistas de los cuentos anteriores, ¿los recordáis? Hagamos memoria: Fluppy el Conejo, los Hermanitos Ricardo y Raúl, Amalita la Ratita , Seleme, el Gatito Gordito, Cito el Pez Feo, el Elefante Negro, Azabache, la Paz , la Justicia , los Derechos Humanos, Sonia, Ana… Gracias a la suerte, al azar o a que todos compartían algo en común, ya que todos habían sido víctimas de algún tipo de maltrato, se encontraron en el bosque; cada uno empezó a contar su historia, lo que les había pasado y cómo habían acabado. Así:

No sé si fue la suerte, el azar o el hecho de que todos compartían algo en común, ya que todos habían sido víctimas de algún tipo de maltrato, lo que hizo que se encontraran en el bosque; cada uno empezó a contar su historia, lo que le había pasado y cómo había acabado. Así:

•  Fluppy no volvió a ver a su tío porque estaba en la cárcel, y se dedicó a enseñar a otros niños las consecuencias de algunos tipos de maltrato.

•  Los Hermanitos Ricardo y Raúl se hicieron futbolistas y, con el dinero que ganaron, ayudaron a otros niños que pasaban por lo mismo que habían pasado ellos.

•  Amalita se convertió en directora de obras de teatro.

•  Seleme encontró un buen trabajo en Europa, que le permitió sacar a su familia de la pobreza y darle una educación a sus hermanos.

•  El Gatito Gordito se convirtió en un afamado cocinero al que todo el mundo admiraba.

•  Cito, el Pez Feo, se dedicó a la natación profesional, ganando numerosas medallas y premios.

•  El Elefante Negro se convirtió en el jefe de su manada, todos le querían y le respetaban.

•  Azabache llegó a convertirse en rey, y ayudaba a todo el que podía.

•  La Paz , la Justicia y los Derechos Humanos continuaron recorriendo todos los países del mundo, transmitiendo su sabiduría.

•  Sonia y Ana se hicieron abogadas para defender a todos aquellos niños que eran víctimas del maltrato y necesitaban ser defendidos.

Todos nuestros amigos habían seguido adelante a pesar de ser víctimas de algún tipo de maltrato; todos ellos estaban de acuerdo en que ellos no habían tenido la culpa, en que era muy importante confiar esos secretos a personas adultas, que fueron quienes les ayudaron, y que todo aquel que maltrate a alguien merece ser castigado de alguna u otra forma.

 
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