Ilusión es ir por primera vez al circo, abrir los regalos de Navidad o comprar tú algo inesperado para la persona que quieres. Ilusión es afrontar el reto de tu primera clase como profesor, hacer un viaje para conocer un lugar majestuoso, que gane tu equipo la liga. También es ilusión tener un animalito y comenzar a cuidarlo, empezar un trabajo nuevo, enamorarse, que tu hijo aprenda a leer…
“Esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo”, dice la segunda acepción del Diccionario de la RAE.
Así son mis sentimientos en este inicio de curso respecto a la biblioteca del centro, tras la incorporación a la Red de Bibliotecas Escolares de Extremadura, la creación de un equipo de profesores también rebosantes de ilusión y esos pasos iniciales que estamos dando.
Justamente ayer llevamos a cabo una de nuestras primeras actividades: “Un cuento en Navidad”. Fue un auténtico maratón de cuentos navideños durante toda la mañana. Alumnos y profesores se lanzaron a leer o contar cuentos al resto de la comunidad educativa en el marco de nuestra biblioteca, vestida de gala para la ocasión con una espectacular decoración preparada durante dos semanas por muchos alumnos y compañeros. Ha sido una labor comunitaria. Casi mejor que el resultado (también muy positivo), la preparación, el trabajo de todos codo con codo, el sentirnos uno esforzándonos por lo mismo, la ilusión de lo nuevo en definitiva.
Un mes antes habíamos comenzado otra exitosa actividad que aún seguirá desarrollándose durante varias semanas más: “Un libro, un premio”. Está organizada por los alumnos y la profesora de Literatura Universal, y la patrocina la propia biblioteca. Cada semana, en las cristaleras de entrada al instituto, aparece un gran cartel con el inicio de un libro importante de nuestra literatura o de la literatura europea. Todo el que descubre a qué obra y autor pertenece deposita su respuesta en el buzón de la biblioteca; cuanto más rápido sea uno, más puntos consigue para escalar puestos en la clasificación. Al final, premios para los primeros (en libros y material informático). La participación, hasta el momento, está siendo más que aceptable.
No obstante, se trata de actividades aisladas a la espera de que tengamos elaborado nuestro proyecto para los dos próximos cursos y lo que resta de este, ya que durante el primer trimestre hemos estado trabajando en torno a cuál es nuestra situación inicial, nuestro punto de partida, para analizar después nuestros “puntos débiles” y poder dirigir hacia ellos las acciones fundamentales del proyecto. Primeramente ha sido el propio equipo de la biblioteca (organizado en grupo de trabajo) el que ha estado estudiando y debatiendo qué biblioteca tenemos, cuál es el hábito lector de nuestros alumnos y su habilidad para la búsqueda de información. Posteriormente elaboramos un cuestionario al respecto dirigido al alumnado y otro para los profesores. Estas encuestas ya han sido contestadas y disponemos de todos los resultados, los cuales nos son de gran utilidad en el diseño y la elaboración del Proyecto de Biblioteca Escolar que queremos y que próximamente verá la luz.
Pero lo que más ilusiona en todo este proceso son los dos fenomenales equipos que trabajan para mejorar la biblioteca y sus acciones: el equipo de alumnos y el equipo de profesores.
El de alumnos lleva funcionando tres cursos escolares (incluido este). Son una decena de alumnos (desde 2º de ESO a 1º de Bachillerato) muy implicados en el préstamo y la colocación de ejemplares, que desarrollan su tarea en los recreos, además de sacrificar alguna tarde de vez en cuando. Es un orgullo para nosotros disponer de este grupo de alumnos tan identificados con la organización de la biblioteca. Por eso, cada final de curso llevamos a cabo con ellos alguna actividad en relación con esta labor. Por ejemplo, el pasado mes de junio fuimos a visitar la ciudad de Salamanca y conocimos el funcionamiento de la biblioteca “Gonzalo Torrente Ballester”, además de realizar una dinámica de bookcrossing por toda la ciudad. Les encantó.
El equipo de profesores lo formamos un total de diecisiete (todo un lujo, ¿verdad?), once de los cuales disponemos de horas complementarias para trabajar en la biblioteca, constituidos, como ya se ha mencionado, en grupo de trabajo. Nos reunimos todos los jueves del curso, aparte de seguir aportando nuestras ideas durante el resto de la semana en un foro creado al efecto dentro de la página web del instituto. Este equipo es el motor y el corazón de todo lo que se está comenzando a proyectar y a realizar; a través del foro aportamos las ideas, sugerencias y pareceres; en la reunión de los jueves debatimos y concretamos las propuestas dentro de un fenomenal ambiente en el que, incluso, compartimos algo de comer cada semana.
Nuestra biblioteca, como lugar físico, es un coqueto espacio acristalado en lo alto del edificio, con unas vistas impresionantes y bastante acogedor. Se encuentra en un proceso de cambio de decoración, en la que también han participado alumnos de Bachillerato con fotografías realizadas por ellos mismos sobre el libro y la lectura. Disponemos de unas setenta plazas, unos dos mil quinientos ejemplares (entre libros, revistas y material audiovisual) y cinco ordenadores con acceso a Internet; en principio, todo ello es suficiente para un centro con 470 alumnos, pero pronto, afortunadamente, nos va a ir faltando espacio para los nuevos libros, muy demandados, por cierto, en casi todos los recreos, momento de gran afluencia de alumnos y profesores a la sala. Aparte de esta media hora, el resto de la mañana también se observa bastante ajetreo, pues, cada vez más, la biblioteca se está convirtiendo realmente en una herramienta normal para las clases, en un instrumento para impulsar la lectura y la búsqueda de información en cada una de las materias, potenciada por el profesor de la asignatura que decide visitarla periódicamente con su grupo de alumnos.
Semanalmente se atienden las peticiones para comprar nuevos ejemplares, tanto a través del buzón de sugerencias como a través de los propios departamentos, si bien es verdad que son tantas que algunas llegarán con cierto retraso. Esto es señal de “vida” y ello me satisface.
A la espera de la nueva versión del programa “Abies”, con la que creo que alumnos y profesores podrán consultar el catálogo desde cualquier ordenador del centro, lo que hace nuestro coordinador TIC cada semana es volcar el catálogo completo a la sección “biblioteca” de la página del instituto (iesnavalmoral.juntaextremadura.net), además de actualizar otras secciones como novedades, libros más vendidos, enlaces…
Todo nuestro trabajo ha sido mostrado recientemente ante la Comisión que se ha creado al efecto en el centro, con representación del Equipo Directivo, los padres, los alumnos y el personal no docente (queremos que sea algo de todos). En el segundo trimestre será convocada de nuevo para aprobar el Proyecto de Biblioteca Escolar .
Ojalá que los próximos meses resulten especialmente fructíferos; seguiremos trabajando en torno a ese gran tesoro, el libro, que será entronizado finalmente en la semana que a él dedicaremos en abril, plato fuerte que medirá las fuerzas de este grupo de compañeros que se ha marcado como meta disfrutar de la tarea y, sobre todo, dilapidar páginas y páginas de… ilusión…