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  NÚMERO 8
 

QUENTIN BLAKE, la emoción en el trazo.

ANA NEBREDA DOMÍNGUEZ.
C.P. "GABRIEL Y GALÁN"de Cñáceres

 

Conocer a Roald Dahl es conocer a Quentin Blake, pues es el ilustrador habitual de sus libros.
Blake es de origen inglés. Nació en el condado de Kent en 1.932. Ahora es un señor mayor de unos 76 años pero sus dibujos se conservan tan frescos como si acabara de hacerlos. Aunque estudia literatura inglesa en Cambridge, es el dibujo y la ilustración lo que determina su trayectoria profesional, y es uno de los autores e ilustradores más conocidos y galardonados de la literatura infantil y juvenil.

“No estudié arte sino literatura en la Universidad de Cambridge, así que encontré mi estilo, no lo aprendí. El aprendizaje vino más tarde cuando me inicié en el dibujo mismo y en su proceso.”- comenta Blake-

Ya desde pequeño comenzó su dedicación al dibujo y mientras estudiaba colaboraba en publicaciones como “Punch”, revista británica de humor y sátira. Completó su formación en la Chelsea Art School y dirigió durante muchos años el Departamento de Ilustración del Royal College of Art de Londres.

En 1.960 publica su primer libro ilustrado para niños “A drink of water”, de John Yeoman. Pero el primer libro que escribió e ilustró fue “Patrick”, publicado en 1.968. En realidad Blake lo que quería era ilustrar un álbum y como ninguna editorial apostaba por este tipo de publicaciones inventó una historia en torno al arte, en la que cuando un violinista tocaba, las cosas cambiaban de color, y de este modo consiguió su propósito. Sin duda los ilustradores tienen un protagonismo fundamental en los cambios que se han producido en las publicaciones infantiles y en la estética y el lenguaje visual de las nuevas ediciones.

Quentin Blake tiene otras muchas publicaciones en las que autor e ilustrador son uno: “Mister Magnolia”, con textos rimados; ”Todos a una”; “Clown”, una historia sin texto y de las más queridas por él; ”Este niño es un terremoto”; “Cuéntame un cuadro” o “ Un barco en el cielo”.

Pero seguramente sus ilustraciones para otros escritores y la compenetración que ha tenido con sus textos, como con los del poeta Michael Rosen o con Roald Dahl, le descubren como un artista generoso y empático que goza con este tándem creativo: “... yo disfruto trabajando los textos y las ideas de otras personas tanto como con las mías. Es como si me hubieran dado una entrada para visitar la imaginación de alguien, y uno nunca sabe bien qué va a encontrar allí.”

Esta armonía se refleja en sus dibujos, tan naturales que parecen simples bocetos garabateados por el escritor tras terminar de escribir los textos.

Su colaboración con Roald Dahl comienza en 1975 y pronto llegan a compenetrarse de tal modo que Dahl sólo quiere trabajar con él y le obsequia con elogios como éstos: “Pienso que coincidimos mucho. Tiene esa enorme agudeza y cuando dibuja siempre hace una afirmación sobre el personaje. Cuando dibuja una cara siempre dice algo sobre ella. Si es una persona mala la hace muy mala. Creo que es el mejor ilustrador de los libros infantiles que hay en el mundo en este momento.”

Y es en los relatos de Dahl donde Blake demuestra una complicidad emocional, en la que con cuatro trazos sabe expresar ideas muy personales que nacen del autor conquistando la atención de los lectores. Así explica el ilustrador la exitosa relación con Roald Dahl: “(...) Se trataba de la unión de dos personas diferentes, pero a quienes les gustaba y unía lo que hacían, además de compartir el humor. Así era nuestro caso. Aunque tengo que decir que Dahl era más travieso que yo. Por ello llegué a dibujar cosas que nunca había imaginado.”
Verás en sus dibujos que su trazo es aparentemente sencillo, rápido y espontáneo, a pesar de que primero dibuja a lápiz y luego pasa a tinta. Sus formas son planas y los espacios solo son sugeridos. En pocas ocasiones utiliza el color, si acaso mancha de acuarela. Su ilustración no solo es directa y franca, sino cuidadosamente descuidada.

Los personajes de Blake no son muy bellos, aunque sí son muy tiernos, expresivos y con grandes toques de humor. Las ilustraciones no son muy grandes e importantes, pero sí nos meten en la historia y nos dan ocasión de que nosotros la imaginemos. Las portadas no son cuadros, aunque siempre cuentan lo principal de la historia que ilustran.

Sus dibujos son característicos e inconfundibles y nos desvelan la capacidad del ilustrador para poner en contacto al lector con los afectos y los entresijos de las palabras: es un maestro de la sugerencia.

“Estoy convencido de que el mundo es un lugar mejor con dibujos. Porque precisamente con ellos uno puede compartir su relación con el mundo y eso no deja de ser una manera de celebrar la vida”.

En la actualidad Quentin Blake tiene más de veinticinco libros publicados, ha ilustrado más de doscientas cincuenta publicaciones y ha sido galardonado entre otros, con el premio Hans Christian Andersen y con el Children´s Laureate, además de ser dos veces Premio Nacional de Literatura infantil junto a Dahl, o poseer la medalla Kate Grenaway.

En estos días trabaja en la elaboración de un libro sobre su obra. Su último dibujo es la felicitación navideña para la organización de ayuda a los pueblos indígenas “Survival”.

Otras fuentes muy interesantes:

-Tiene una web preciosa que no hay que dejar de ver www.quentinblake.com
-Si quieres saber más, tienes que leer el estupendo monográfico de la Revista Peonza que publicó en 2.005, los nº 72 y 73 y que puedes consultar aquí.
- También puedes visitar la web de Imaginaria, donde publican un artículo y una interesante entrevista con el ilustrador.
- Y la charla que mantuvo en Cantabria en el II Salón del Libro infantil y que recoge Roberto Ruiz en El Diario Montañés: QUENTIN BLAKE DIBUJANTE, ILUSTRADOR Y ESCRITOR,”Dibujar es una manera de celebrar la vida

 
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